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LAVADOS NASALES OLORIZ

Los lavados nasales (o irrigaciones nasales) son una de las recomendaciones más frecuentes y valiosas que realizamos los otorrinolaringólogos para mejorar significativamente la higiene y la salud de las vías respiratorias superiores. Se trata de un procedimiento sencillo, seguro y muy eficaz para limpiar la cavidad nasal y los senos paranasales, favoreciendo una mejor respiración y previniendo complicaciones. Incorporar esta técnica a la rutina diaria puede ser un cambio notable en la calidad de vida, especialmente para personas con afecciones nasales crónicas.

¿Por qué son Esenciales los Lavados Nasales? Beneficios Comprobados

La nariz es el primer filtro de nuestro sistema respiratorio, expuesta constantemente a contaminantes. Los lavados nasales son importantes porque:

  • Eliminan Agentes Irritantes: Arrastran y eliminan eficazmente el exceso de secreciones (mucosidad), polvo, polen, alérgenos, bacterias y otros agentes contaminantes o irritantes que se depositan en la mucosa nasal.
  • Disminuyen la Congestión e Inflamación: El paso del suero salino ayuda a fluidificar las secreciones y a reducir la hinchazón (edema) de la mucosa, aliviando de forma natural la congestión nasal y la sensación de nariz taponada.
  • Prevención y Recuperación Acelerada: Son un pilar fundamental en el manejo de procesos infecciosos o inflamatorios como resfriados, gripes, sinusitis (aguda o crónica) y diversas formas de rinitis (alérgica o no alérgica). Al mantener la zona limpia, se acelera la recuperación.
  • Cuidados Postoperatorios: Son imprescindibles en el postoperatorio de cirugías nasales (como la septoplastia o la rinoplastia), ya que previenen la formación de costras y eliminan restos de sangre y material quirúrgico, asegurando una correcta cicatrización y permeabilidad.
  • Optimizan Tratamientos: Al limpiar la mucosa, los lavados nasales permiten que otros tratamientos tópicos, como los sprays nasales de corticoides o antihistamínicos, actúen con mayor eficacia al entrar en contacto directo con la zona a tratar.

¿Con Qué Solución Realizar los Lavados Nasales? Tipos y Seguridad

La elección de la solución es crucial para garantizar la seguridad y efectividad del lavado:

  • Soluciones Salinas Estándar: Lo más recomendable es utilizar soluciones salinas estériles preenvasadas. Pueden ser isotónicas (con una concentración de sal similar a la de los fluidos corporales, ideal para uso diario y preventivo) o hipertónicas (con mayor concentración de sal, que ejerce un efecto descongestionante osmótico más potente, usadas en casos de congestión severa).
  • Preparación Casera: Si se opta por una solución casera, debe hacerse siempre con agua previamente hervida y enfriada o con agua destilada, utilizando sal de uso farmacéutico o sal marina sin aditivos, siguiendo estrictamente las indicaciones de su médico para lograr la concentración adecuada y evitar irritaciones.
  • ADVERTENCIA: Nunca deben usarse aguas no esterilizadas (agua del grifo sin hervir, por ejemplo), ya que pueden contener microorganismos que, en casos raros pero graves, podrían ser perjudiciales o causar infecciones.

Guía Práctica: ¿Cómo Se Realizan Correctamente los Lavados Nasales?

La técnica es simple, pero realizarla correctamente maximiza los resultados:

  • Preparación y Seguridad: Lávate bien las manos con agua y jabón antes de manipular el equipo. Prepara la solución salina a una temperatura agradable, tibia o a temperatura ambiente, nunca fría ni caliente.
  • Posicionamiento: Inclina la cabeza ligeramente hacia adelante (mirando hacia el lavabo) y gírala suavemente hacia un lado. Es importante respirar por la boca durante todo el proceso para evitar que el líquido pase a la garganta o los oídos.
  • Introducción de la Solución: Introduce suavemente la boquilla o el aplicador (pera de goma, jeringa, botella de irrigación nasal o neti pot) con la solución salina en la fosa nasal superior.
  • Irrigación: Presiona o vierte el líquido con suavidad pero con firmeza. El objetivo es que el líquido atraviese la cavidad nasal y salga por la otra fosa nasal, arrastrando consigo mucosidad y partículas.
  • Repetición: Repite el mismo procedimiento en la otra fosa nasal, girando la cabeza hacia el lado opuesto.
  • Finalización: Al terminar, inclínate hacia adelante y sonado la nariz suavemente para retirar el exceso de líquido que pueda haber quedado, evitando hacerlo con demasiada fuerza para no causar presión en el oído.

Frecuencia Recomendada: ¿Cuántas Veces al Día Deben Hacerse?

La frecuencia óptima de los lavados nasales debe ser personalizada por el otorrinolaringólogo y varía según el propósito:

  • Uso Preventivo y de Higiene Diaria: Para mantener la nariz limpia en ambientes contaminados o como rutina de higiene, se recomienda generalmente una vez al día.
  • En Procesos Agudos (Resfriados, Sinusitis, Rinitis): Cuando hay alta mucosidad o congestión, la frecuencia puede aumentarse a dos o tres veces al día, o incluso más si el médico lo indica, hasta que los síntomas mejoren.
  • Tras Cirugía Nasal: En estos casos, la frecuencia y el volumen de solución a utilizar deben seguir estrictamente las indicaciones del especialista, ya que son cruciales para el éxito de la recuperación.

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